¿Cuáles son mis talentos?
Mateo 25, 14-30
Para muchos de nosotros la palabra talento va ligada, exclusivamente, a lo personal, a lo propio; tan ligada a lo propio que se relaciona a los “exitos” individuales. Razonamiento planteado por esta sociedad individualista y egocéntrica en la que vivimos.
Si hacemos un símil con la lectura del Evangelio y haciendo conciencia de nuestras creencias, vemos que nuestros talentos fueron entregados por Dios a nosotros como hizo el amo con cada empleado y que los mismos se nos entregan para ser multiplicados, para que tengan un efecto multiplicador. No para ser enterrados ni ser ocultos por egoísmos, prejuicios, comodidades o jactancia.
Y surgen preguntas, tales como: ¿Cuáles son mis talentos?, ¿Dónde los pongo en práctica?, ¿Cómo me beneficio de esos talentos?, ¿Quién obtiene la ganancia? ….. a estas preguntas el cristiano va encontrando respuesta en el servicio; no eres tu quien descubres tu talento sino que éstos son descubiertos por aquellos que ven el reflejo de Cristo en tu testimonio de vida. Llevando a través de la fé ese mensaje de esperanza que se concretiza en amor cuando sirves a los demás. Y el beneficio lo recibes en función de cuan sincera ha sido la entrega, punto que solo conoce el Señor y tu corazón, y la ganancia para el Reino de Dios por el gozo que llevas a los demás en tu caminar en la conversión.
Pidamos al Espiritu Santo que nos coloque en ese lugar para servir al projimo de manera que el don que nos entregó de fruto en abundancia; no donde mi humamidad entiende que conviene sino donde el Señor reciba mayor Gloria y Alabanza.